miércoles, 18 de julio de 2012

La serpiente y su culto en el Mediterráneo.




LA SERPIENTE EN EL MUNDO ANTIGUO
Por Ana María Vázquez Hoys, publicado en el Boletín de la Asociación de Amigos de la Arqueología nº14, Madrid, Diciembre 1981, pp.33-39(Depósito Legal M-24.361-1974, I.S.S.N.-4.741)
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWNWSXg01DSlo_9QGDlAG1ehbeT4Jpv0RGZAdDRleImoTNV6AiJffU6mKWPoqbKVIlSYJk52erOMsFzPCHnSPyVp1GR2iY6HS6wU_UG1NxEq-VIbibTODDyWtSza0A46V6mo9JFuE4-R4d/s400/Estatua+de+Glic%C3%B3n.Romana.+Serpiente+con+cabeza+de+ella+y+cabellera+humanaMuseo+de+Constanza_r2_c2.jpg
La serpiente Glykon
Golden amulet found around the neck of the mummy of Tutankhamun depicting a winged uraeus
Diosa-serpiente , amuleto de  oro encontrado colgado del cuello de la momia de Tutankhamón



 La serpiente en las religiones mediterráneas
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Vaso funerario con prótomos    humanos y serpientes,Museo del Cerámico,Atenas
(Este artículo puede leerse en mi página web original, a la que remiten estos link,copia del artículo de 1980 o en este blog, con algunas imágenes más, pero con el mismo texto)
página 33 ( 1) >> p. 34( 2) >> p.35(3) >> p.36(4) >> p. 37(5) >>NOTAS, p. 38 y p. 39 ( 6 ).
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La diosa Gea y la serpiente en un sarcófago romano 
La presencia del tema de la serpiente en la iconografía peninsular, dentro del variado mundo de las creencias religiosas, se presenta de una forma tan variada, su interpretación tiene tantas facetas, que su sentido se nos escapa a menudo. Por eso, a lo largo de nuestros estudios sobre el tema de la religión romana en Hispania, la serpiente que aparecía una y otra vez, acompañando a dioses y diosas de características tan diferen­tes como Diana y Esculapio, Proserpina, Cibeles…, atrajo nuestra atención. Y aunque un análisis exhaustivo del tema nos parece tan escurridizo y sinuoso como la serpiente misma, también es cierto que su gran interés no nos permite dejarlo de lado.

En primer lugar, la serpiente aparece como símbolo de la muer­te. Su aspecto es repulsivo, se le asocia generalmente como genio del mal, con las tinieblas, con la tierra. Pero también es el símbolo de la medicina y por ende de la salud y la vida, de la resurrección.

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Esculapio/Asclepio,
 dios grecolatino de la medicina
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0f/Esculapio_Capitolini.jpg
Esculapio,Museo Capitolino,Roma


La serpiente es un animal que aparece y desaparece, que cambia de piel en primavera, que renace después de un largo invierno de frío y de muerte. Ambivalente, se le asocia al espíritu de los muertos, a la vez como muerte y resurrección. Cerrándose en circulo, representa el símbolo solar, fuente de vida y poder, señor del universo.

http://preterition.files.wordpress.com/2009/04/uroboros.jpg
Uroboros,serpiente
 que se muerde la cola
La Península Ibérica está colocada en una posición intermedia, de puente, entre las tendencias que podríamos llamar “nórdico­solar” y “mediterráneo-subterránea”. Los diferentes pueblos que con sus múltiples creencias han dejado las huellas de su paso y asentamiento en Hispania han tenido en común este motivo iconográfico de la serpiente; de aquí las dificultades que el tema y su interpretación entrañan para el investigador.
Sabemos en primer lugar de la existencia de un culto ofiolátrico en la protohistoria peninsular( 1)  y hallamos a la serpiente en los cultos celtas del Noroeste (Galicia y región del Miño)(2), cultos conoci­dos sobre todo por los estudios de Bouza Brey y López Cuevillas( 3), que indican una coinciden­cia <entre las creencias del pueblo celta invasor y el invadido; es decir, que el culto a la serpiente en Hispania es anterior a la llegada de los sefes celtas y, posi­blemente, autóctono.
En el exvoto de Castelo de Moreira, según López Cúevillas  ( 4 ) que  reproduce una escena de sacrificio en la que la serpiente es la divinidad a la que se hace la ofrenda.

Hércules y el dragón 
de las Hespérides,
Museo Británico
De aquí la certeza en la existencia del citado culto ofiolátrico, cuya derivación y reminiscencias serían las múlti­ples leyendas y relatos en lós que figura este animal como protagonista y que han llegado a nuestros días.
De la presencia del culto a la serpiente en lugares elevados nos da alguna idea la toponimia actual de la región gallega (Montaña de Serpe, en las estribaciones montañosas del macizo de D. Ramiro, de donde prove~ía una invasión de serpientes que expulsaron a los habitantes del monte dos Castelos, en Entrimo (4bis) Esta presencia la hallamos también en la Biblia (5).
Es así mismo muy curiosa la ceencia recogida en una extraña copla, en que se cuenta que las serpientes, al hacerse viejas, mar­chaban a Babilonia, donde se tienden a lo largo y se llenan de musgo, tomando el aspecto de un tronco de árbol derribado (6).
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Pedra da Serpe,-de Gondomil ( A Coruña), obra ya de época moderna  (h.s. XVII-XVIII )-

Tampoco faltan en el folklore gallego y asturiano las leyendas piadosas de santos y almas en pena a las que encontramos unida la serpiente( 7) , así como las almas  de los  difuntos que toman esta forma, al igual que hace Anquises en el rito de la parentalia(8) .
También en este sentido la interpreta Cumont( 9) , quien al hablar del espíritu de los muertos que desciende a las profundidades de la tierra dice que se representa desde antiguo en forma de ser­piente, asimilado a ella.
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Serpiente “en posición heráldica” del castro de Troña ( Ponteareas, Pontevedra )
Asimismo ésta es la teoría de Nilsson( 10 ) refiriéndose al hecho de que la serpiente llegó a ser un símbolo que representa al difunto y del que se podría prescindir sí éste era representado en forma humana, mientras que Malten( 11 ) llegó a la conclusión de que la presencia del caballo, así como la del perro y la serpiente, ha de interpretarse como una antigua forma de representar al difunto.

En general, casi todos los autores están de acuerdo en afirmar al carácter funerario de la serpiente.
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“Caballero tracio”,relieve de caballero
 con serpiente (Museo de Histria)
Lavedan, Blázquez, García Bellido( 12) , confirman esta interpretación, que, sin embargo, nos parece demasiado simplista. Tampoco Cumont está de acuerdo con Nilsson en este punto, y sus opiniones, sobre todo teniendo en cuenta el estudio de las fuentes latinas, nos parecen las más acertadas, aun­que unas no excluyen a las otras, es decir: La serpiente es un animal funerario, y como tal se la tomó, dada su presencia alrededor de las tumbas, atraídas por las libaciones funerarias de leche y miel; de aquí a la interpretación popular como almas de los difuntos sólo hay un paso. De la misma forma, por su veneno, fueron consideradas 


como símbolo de la muerte, ya que la presencia de especies de víboras venenosas es común en toda Europa y en la cuenca mediterránea, incluida España(( 13)  De aquí el temor ante su presencia y la fabricación de amuletos, fibulas y objetos de carácter apotropaico ( 14 ).
De esta consideración como portadora-acompañante de la muerte se deduce, lógicamente, su adscripción a divinidades del mun­do subterráneo, relacionadas con ciclos agrarios: Ceres, Tellus, Proserpina; mientras que la mágica protección de su presencia puede que el factor positivo que para la economía neolítica debió repre­sentar su carácter depredador de ratoncillos destructores de cosechas, la hiciese aparecer como beneficiosa y la ligó a las divinidades de la salud: Salus y Esculapio, sobre todo teniendo en cuenta que la llamada serpiente de Esculapio es la Elaphe longissima, también llamada serpiente de pollo y serpiente de árbol, que es inofensiva, muy extendida por Europa y Asia Menor.
Elaphe longuissima
http://picasaweb.google.com/lh/photo/oZltXrsjFCRfLezqZlR-aw

La fauna española y la mediterránea en general cuenta, como ya dijimos, con el género vípero, tan venenoso, y que se pudo con­fundir a nivel práctico. También sabemos que del mal se obtiene el bien, que del veneno de la serpiente se consiguen antídotos para su mordedura y que la serpiente como sanadora es conocida en diversas culturas, así como su presencia en relación con los oráculos, profecías y fecundidad.
Así pues, nos encontramos con que la serpiente es representada con carácter ambivalente: posítivo, en cuanto que su presencia es beneficiosa, portadora de salud, dadora de vida, y negativo, como ligada a la muerte, á las divinidades subterráneas y a las representaciones de los difuntos.
De su presencia en las diferen­tes culturas, tanto peninsulares como europeas y asiáticas ya se hicieron eco Bouza Brey y López Cuevillas, señalando que, sin que se sepan las causas fijas, el tema de la serpiente es una constante, es uno de los animales que juegan un papel más activo en las reli­giones y en lugares tan dispares y apartados como la India, China, Caldea, Babilonia, Grecia, Roma (centro de cuyo culto era Lanuvio), Japón y diferentes religiones de América del Sur, Africa y Oceanía.

Relieve mitraico
http://www.hitxp.com/articles/history
/christmas-history-christ-birth-date/
 
Más cercana a nosotros, la encontramos en esculturas relacionadas con los cultos mitraicos. Son frecuentes los personajes masculinos con serpientes enrolladas ( 15 )   cuyas circunvoluciones son interpretadas generalmente como símbolos de ascensión planetaria.
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Aion mitraico

Las siete vueltas de la serpiente alrededor del cuerpo recuerdan, tal vez, la fuerza que las esferas planetarias oponen a la ascensión del alma hacia la inmortalidad( 16) , en tanto que si la serpiente es interpretada como un símbolo de la tierra se podría pensar que es una forma alejandrina de esa misma tierra (Semele)( 17) . Tal vez esto sea un tanto sofisticado y la respuesta sea mucho más sencilla. A este respecto parece mucho más convincente la explicación del profesor Bendala Galán( 18), para quien la serpiente en estas estatuas mitraicas es una materialización de la fuerza vital de la roca de la que nace Mítra. Y es en relación  con esta fuerza vital, con este nuevo sentido positivo, donde aparece, en relación con la serpiente, un nuevo concepto: el de inmortalidad( 19).
Los antiguos ya conocían este sentimiento y Pericles, en su  elogio fúnebre de los guerreros caídos en Samos, afirma que los que mueren en combate por su patria se convierten en inmortales como los dioses( 20) ; Cicerón, abordando el tema de la inmortalidad en las Tusculanas, invoca en su favor el hecho de que se ha creído en ella desde la antigüedad ( 21).
La serpiente como representa­ción de esta creencia, de esta esperanza, sería reproducida en las estelas funerarias, en las pin­turas de las tumbas, ya como espíritu, ya como genio o daimon  y como bien dice Cumont:
«Sin duda, mientras haya hom­bres y la medicina ~o pueda ase­gurarles la renovación perpetua del vigor juvenil, se preocuparán por el gran misterio del más allá»( 22).
Ovidio, Plinio y Elieno ( 23)  recogen la curiosa creencia de que la espina dorsal de los hombres se convierte en serpiente en el sepulcro.
Esta familiaridad de los romanos con las serpientes no se manifiesta solamente en las pinturasfunerarias y estelas, pues a menudo tenían serpientes no venenosas como mascotas en sus casas y en las termas. Sus ideas pues de este animal, no era la del genio del mal, transmitida por la tradición semita, sino la de que la serpiente era inofensiva y beneficiosa( 24).
http://www.uco.es/~ca1lamag/Galerias/RUBENS-Apolo-y-la-Serpiente-Piton.JPG
Apolo y la serpiente Pitón de Delfos,P.P.Rubens

Como parte de esta tradición semita podemos encontrarla ligada a la leyenda de Delfos, como símbolo del mal (o la antigua divinidad terrestre,Gea ) al o a la que vence Apolo, divinidad solar, y nuevamente como fondo de una vieja tradición encontramos a la ser­piente Erictonios, la encargada de guardar en la Acrópolis el árbol de Atenea/Minerva (25).

Durante el Imperio, el pueblo romano conservaba las costumbres antiguas, las viejas creencias agrarias de muerte-resurrección­renovación, aunque se las superpusieran otras doctrinas sobre la vida de ultratumba y vida futura. En las inscripciones de esta época se lee con frecuencia HIC RE­QUIESCIT o QUIETI AETERNAE( 26)
La idea del descanso en la tumba se concilia con la idea de vida futura del alma(.27)
La serpiente se utilizó también en la antigüedad para hacer profecías. Los griegos consideraban como muy próximos el sueño y la catalepsia, en la que el alma, liberada de las ataduras materiales podía vagar por el espacio infi­nito, abandonando el cuerpo, y comunicarse con los muertos( 28)  que conocen el porvenir y así tenemos que recordar la presencia de la serpiente Pyton en el oráculo de Delfos, pues fue precisamente sobre un templo antiguo de la serpiente donde se construyó el templo de Apolo( 29).
Hallamos también a la serpiente ligada al tema de la fecundidad femenina, en relación con la diosa Juno. El calificativo de MATER que ocupa un segundo lugar tras el nombre de la diosa, tiene un valor pleno según Dumézil y recuerda las fiestas de la Lucina romana, son llamadas «Matronalia»: Fiestas de la fecundidad, de las mujeres casadas y madres romanas.
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Con este denario, la familia Roscia nos da a conocer sus origenes en la ciudad de Lanuvium, para ello pone la cabeza en el anverso de Juno Sospita que tenia su templo alli.Segun una leyenda se cuenta que  Lanuvium estaba bajo eldominio de un dragon que se alimentaba con las ofrenda que le portaban las jovenes virgen de la ciudad. Como caracteristicas especial de este denario hay que decir que es dentellado y que suelen tener un simbiolo en el anverso y otro en el reverso (Crawford 412-1,Syd 915 Calico 1231)

Las hazañas de Hércules. Mosaico romano. Museo Arqueológico Nacional, Madrid

Gómez Tabanera, M.: Las raíces de España, Madrid 1%7, pp 337, 330, 340, 341.
Avieno, Ora Maritima, 154-157.
3 López-Cuevillas,  F. – Bouza-Brey, F.: “Os oestriminios, os Saefes e a Ofiolatria en Galicia”, enArquivo do Seminario de Estudos Galegos, II, 1920, p. 119-164; A Ofiolatría na Galiza, con una extensa bibliografía sobre el tema de la serpiente en la Prehistoria, así como la visión de la serpiente en las religiones prehistóricas; López-Cuevillas, F.: La civilización céltica en Galicia. Santiago de Compostela, 1958.
4 López Cuevillas, F.: op. cit., p. 43º-43l.
5 II Libro Reyes XVIII4:… “y destruyó los lugares altos y rompió los masebot y destrozó la serpiente de bronce que había hecho Moisés…”
López-Cuevillas, F.: op. cit. p. 432: Pra Babilonia vou / Malaiá quen me viu  de pequena e non me matou.
7 Ibid., p. 432 55.
8 Virgilio, En., VI, 94-96.
9 Cumont, F.: Recherches sur le Symbolisme funeraire des RomainsParis 1942. Cap. V: El reposo de los muertos. Creencias religiosas y doctrinas filosóficas… Según una creencia universalmenteextendida, la sombra persiste en el sepulcro con una existencia análoga a la de los vivos y debe ser alimentada para no pasar hambre, ya que, si no, ataca a los vivos. Tal vez de aquí el uso del banquete funerario y las ofrendas de leche, miel y vino. Cf. Tertuliano, De resurr. carnis, 1, 1.. Defunctis parentant… quos escam desiderare praesumant. Y Servius, En, VI, 746: Nemora optabant sepulcris, ut in amoenitate animae forent post vitam.
10. Nilsson, Griechische Religion p. 184 55., cit. por Cumont, Recherches… p. y Blázquez, Religiones primitivas, 1, p. 27, n.39. Imagen y M¡to p. 57. La cita asimismo como personificación del espíritu de los muertos que vienen a repartirse las ofrendas funerarias, cfr.Bayet, J.:Croyances et rites dans la Rome Antique. Paris 1971 p. 374) y que en el huevo encuentran la fuerza vital que necesitan para seguir subsistiendo. La interpretación de Cumont, contraria a la de Nilsson, nos parece más acertada, ya que la ser­piente aparece sola muy a menudo y cuando la encontramos en el mismo re­lieve o escena que el huevo, no está comiéndolo ni parece que vaya a hacerlo (Cumont, F.: op. cit., p. 390, 392, n. 3, p. 396, n.3), aunque parece consecuencia lógica la interpretación, puesto que algu­nas serpientes se alimentan de huevos. Esta interpretación de Cumont a que nos referíamos es la de pensar, guiándose por las pinturas de Pompeya (De Marchi, A.: Il culto privato di Rome antica. Bolonia 1890, 1., p. 77; Hartman, 1, c. 518 si.), que la serpiente es el Genius o parte inseparable del individuo, con el que nacía y moría, asimilado después de la República por los teólogos, bajo influen­cia helenística, con el daimon griego, viéndolo como la parte racional del alma humana que después de la muerte se ele­vaba a la atmósfera, oponiéndola a la sombra que desciende al seno de la tierra y de aquí el concepto de sueño de la muerte. Cumont, F.: op. cit., p. 410: En cuanto al huevo, principio de vida, parece ser una alusión más general al renacimiento para participar en una nueva existencia.
11. Cfr. Blázquez, J. Mª: Imagen y mito, p. 42, n. 1.
12 Lavedan, P.: Diccionario mitológico s.v. serpiente: Es el animal funerario por excelencia, considerado como guardián de las tumbas; Blázquez, J.MªImagen y mito, índice: Serpiente, animal funerario, p. 54, etc.; serpiente, representación del muerto, Índice, p. 42, etc.; García Bellido, A.:Esculturas romanas de España y Portugal. Madrid 1949, p. 340.
Notas 13 – 30
13 Las especies españolas de serpientes pueden clasificarse de la forma siguiente, según Young, J. Z.: La vida de los vertebrados. Barcelona 1971, vertebrados, p. 37. y Blas Aritio, L.: Atlas de Zoología,Vertebrados. Barcelona 1976.
a) No venenosas:
1. «Anguis fregilis» o serpiente de cristal. Se encuentra en la zona Norte de España, sobre todo en la zona Cantábrica. Su tamaño suele ser más bien pequeño. Se caracteriza por las escamas de origen epidérmico que la recubren. Puede desprenderse fácilmente de la cola y regenerarla.
2. «Elaphe longissima»: Características de la zona norte. De gran tamaño. Es arborícola. Es la llamada Serpiente de Esculapio.
3. «Macroprotodom». Típica de las islas Baleares y de Canarias, no se encuentra en otro territorio peninsular.
4. «Natrix natrix»: Culebra acuática de collar. Como la anterior es típica de las islas.
b) Venenosas:
Las tres especies venenosas corresponden al género vípera:
1. «Vermes» o víbora común: Se encuentra en toda España e islas Canarias y Baleares. De pequeño tamaño como todas las víboras, entre diez y ocho centímetros y veinte.
2. «Aspis»: especie mediterránea que también se encuentra en España.
13~ «Latastei»: Se encuentra sobre todo en la parte septentrional de España y Marruecos.
14 Deonna, W.: Deux études de symbolisme religieux, en Latomus, XVIII (1953), p. 56 ss.: L’aigle, la serpent et le cercle, p. 120. Águilas y serpientes aparecen además como emblemas apotropaicos, como el rapaz y el uraeus en Egip­to. cf. asimismo Deonna, W.: Bijoux anulaires en forme de serpents, en Artibus Asiae, 1954 p. 155 ss, Números XXI, 8-9:… y el Señor dijo: Haz una serpiente de bronce y ponía en lo alto para señal; quien quiera que, siendo mordido, la mirase, vivirá. Hizo, pues, Moisés una serpiente de bronce y la puso por señal, a la cual, mirando los mordidos, sanabanReyes II, XXXVIII: 4:Destruyó los lugares altos, quebró las estatuas, taló los bosques de ídolos e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta aquel tiempo le quemaban incienso los hijos de Israel. Juan, III, 14.: “Como Moisés enarboló en alto la serpien­te de bronce en el desierto, así también es menester que sea alzado el Hijo del Hombre, para que el que crea en Él no perezca y tenga vida eterna. Cf. también Sánchez Calvo, E.: Los nombres de los dioses. Estudios filológicos, Madrid, 1884, p. 190: Esculapio era adorado en forma de serpiente en Epidauro. Beltrán, A.: “Los monumentos romanos de Cartagenasegún sus series de monedas y lápidas latinasIII Congreso Arq. SE. (Albacete, 1946) p. 306-325; también El culto a la Salud y sus representaciones en Elche y Cartagena”, IV Congreso Arq. SE. español, Elche, 1948, p. 205-210; así como Las inscripciones honorarias de Cartagena, en RABM, 55 (1949) p. 523-547; Las lápidas latinas religiosas y conmemorativas de Cartagena, en AEA, 23 (1950), p. 255-273; Los monumentos en las monedas hispano-romanas, en «AEA», 26 (1953) p. 39 ss; Vázquez Hoys, A. MªLa Religión romana en Hispania, tesis doctoral en prensa. Madrid, 1974, T. 1 p. 306: Salus, fuentes numismáticas, n. 1:En el semis (Vives CXXXi, Beltrán 6.) vemos en el anverso la figura femenina, que en la moneda de la colección Sánchez Jiménez. de Albacete, se observa muy bien una serpiente que se levanta hacia la diosa (Salus), en una de sus representaciones habituales. La serpiente es también representada en otras monedas de Cartagena: El as republicano de Eppius, lugarteniente de Sexto Pompeyo, un ejemplar reacuñado sobre un as de Belikion, de la colección Criado, de Madrid, y el cuadrante de los duumviros quinquenales Helvius Pollio y Postumius Albinus (Vives, CXXX, 14, del British Museum).
15 Les religiones orientales dans le paganisme romain, Paris, 1929 1am. XI, 3.
~,5 Cumont, F.: Monumenta myst. Mithrae, II, p. 238, n.80, fig. .68, cf. t. 1, p. 81 ss.; Les rel.orientales, 1, lám. Ii.
17 Cumont, F.: Les rel. orientales, p. 308, n. 43.
18 Bendala Galan, M.: Las religiones mistéricas. Ponencia del simposio sobre la Religión romana en Hispania. Madrid, diciembre, 1979. En prensa.
19 Cumont, F.: Lux Perpetua. Paris1949. Introducción p. 4: Ni la religión ni la filosofía de los antiguos antes de Pío-tino, han visto el alma puramente espiritual. Era un soplo diáfano, análogo al viento, una sombra impalpable pero visible a los ojos. Hasta los platonistas, que reclamaban la inmaterialidad de esta esencia, enseñaban que se reviste de una forma cuando desciende de las alturas celestes para penetrar en nuestro mundo.
20 Plutarco: Pericles VIII,s; Por lo que las estelas con el difunto a caballo que encontramos tan a menudo (Clunia, Burgos, Valle del Ebro); tal vez sean soldados muertos en la batalla, «caballeros» a los que se representa con su caballo. Es difícil comprender que el concepto de «Heroización» del soldado griego haya llega4o hasta las estelas celtibéricas de Lara de los Infantes, por poner un eiemplo. Pensamos que lo natural al morir un soldado, un guerrero «eques», parece lógico que en su estela funeraria aparezca, como motivo decorativo, un jinete, de la misma forma que a las mujeres se las representa haciéndose el tocado o en es­cenas domésticas. Tal vez lo que hemos creído ver como representaciones de caballos funerarios y otros animales que vemos abundantemente en las tumbas, tanto griegas como romanas (Cf. Blázquez, J. Mª: Imagen y mito, p. 114: Caballos en el infierno etrusco, donde re­coge las ideas expresadas en trabajos anteriores, así como abundante bibliografía sqbre el tema) sean en. muchas ocasiones escenas de la vida diaria.
21 Cumont, F.: op. cit., cap. 1: La vida en la tumba.
22 Ibid., Introducción.
23 Ovidio, Met., XV, 389-90; Plinio, N.H. X, 188; Elieno, Nat. Anim., 1, 51í.
Toynbee, J. M. C.: Animals in the Roman lífe and Art., 1973, p. 223-235.
25 chez Calvo, E., op. cit. p. 197.
26 CIL II indez, p. 664. Las tumbas llamadas requietorio, n.834, en Arlés, (Bíicheler: Carmína epigraphica 1189) en una dedicatoria que termina «vivís in Elysium».
27 Cumont, F.: Recherches, p. 361 ss.
28 Ibid. p. 364: La creencia de que los muertos conocen el provenir se re­monta a la época homérica.Dumezíl, G..: La : Religion romaine archaïque. París 1966, p. 496-497: Cita la profecía hecha a la mujer deEspartaco sobre su triste futuro, basándose en la serpiente que encontró enrollada sobre su cabeza mientras dor­mía, según Plutarco (Crass, 8, 3,).
29 Sáñchez Calvo, E. op. cit. p. 197
30 Dumezil, 6. op. cit. p. 295; Deonna, W.:   Deux études…, p. 120: Las dos águilas, así como la doble serpiente, son em­blema de fecundidad y simbolizan la cópula de Harmonía y Cadmos y su descendencia.
A este propósito se puede interpretar como signo de fecundidad la famosa serpiente de la Juno de Lanuvio( 30) , serpiente que vemos en la tradición romana en historias como la de Tiberio Sempronio Graco, el cual obligado porlos arúspices, a los que había consultado, a sacrificar a una de las serpientes halladas en el lecho conyugal, con lo que morirían él o su esposa, al preferir morir él que matar a su mujer, salvó la vida y su esposa concibió, según nos cuenta Plutarco y Valeriano Maximo (31).
Hallamos también a la serpiente ligada al nacimiento de Escipion, de quien se cuenta que fue concebido por una serpiente enorme que se veía a menudo en la habitación de su madre (32) y    también a su muerte, ya que en Linternum, en Campania, lugar donde se hizo inhumar, no que­riendo dejar sus huesos a su ingrata patria, se mostraba la gruta donde reposaban sus restos y donde, se creía, una serpiente guardaba sus Manes (32)
Esta serpiente, pues, símbolo a la vez de la vida y de la muerte, no sería para los pueblos antiguos más que la fuerza de la tierra, la vieja creencia agraria en la fecun­didad casi mágica de la tierra que hacia nacer y crecer a todos los seres vivos y que, como la ser­piente, cerrándose en un circulo mágico, enlaza el eterno tema de la vida y de la muerte, en un con­tinuo fluir tan viejo y eterno como el mundo y el hombre.
Así pues, nos parece que la presencia de la serpiente, tanto en inscripciones sepulcrales como en estelas funerarias, en las pinturas de las tumbas, etc., debe interpretarse como un símbolo de fecundidad y supervivencia, que en el último caso se reducen a una misma cosa: Vida( 33.
Moisés elevando la serpiente de bronce. 1570-75.Hans Speckaert , Bruselas, Roma c.1577 Legado  José Pérez de Mendoza, 1937.Cuadro en el Museo Nacional de Bellas Artes de la República Argentina
La serpiente, pues, no es un animal de los muertos ni un animal funerario, sino que su presencia en estos lugares se debe al deseo y a la creencia de estos pueblos de no desaparecer para siempre, en la creencia de una forma, llamémosla como la llamemos, de inmortalidad, que ha sido el deseo del hombre desde su aparición sobre la tierra y que se ha extendido y pervivido a través de todas las religiones, hasta nuestros días.

Kundalini,India
Esta forma de entender la serpiente como símbolo de supervi­vencia enlaza también con el espíritu práctico, pragmático, del pueblo romano (que sobre todo en el imperio se distinguió por un claro excepticismo de las clases populares), que buscó sus divinidades sobre todo en las que podría encontrar un bien (la salud, la victoria o protección contra el enemigo) y que en España se refleja en el extraordinario auge de las actividades protectoras dla salud y las victorias militares(34 ).
Lám. 5  Pátera ibero-romana de Perotitos (Santisteban del Puerto, Jaén).Museo Arqueológico NacionaL Madrid, N0 inv. 28.453
Entendiendo a la serpiente como imagen de lo que perdura, símbolo de vida y de esperanza, se conjugan perfectamente las ideas hasta aquí expuestas sobre la interpretación de los sueños y profecías, su aparición en los sarcófagos al lado del huevo (no comiéndolo o destruyéndolo sino como complemento a la idea de eternidad), y la creencia de que la médula espinal del hombre se convertía en serpiente en el sepulcro, nos enlaza asimismo con las teorías de alma espermática, admi­tidas desde Pitágoras hasta los hipocráticos, pasando por Demócrito, Platón, Aristóteles y los estoicos y que los autores de la época clásica han repetido( 35).
Y aunque como dice Cumont (36esta explicación aclara, evidente­mente, todos los bajorrelieves donde aparece la serpiente y hay que ver en cada uno su sentido parti­cular, nosotros analizándolos en conjunto, vemos que sí, que al interpretar a la serpiente en sen­tido «positivo» y extenso, sin ceñirnos a conceptos que, como genius, alma, soplo vital, daimon, etcétera, tratan de encerrar, em­pequeñecer o constreñir un concepto tan  amplio y universal como el de supervivencia o fuerza vital. Esto es, en definitiva, en un lenguaje de símbolos, lo que la imagen «Serpiente» ha significado para las religiones antiguas.
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31 Bayet, J.: Croyances et rites dans la Rome antique, Paris 1971, p. 376. Valerio Máximo IV, V, 1.
32 Cumont, F.: Lux…, p. 17 y n. 4,cita los textos de Plinio, N. H., XVI, 234; cf. Tito Livio, XXXVIII, 53.
33. Dumézil, G.: op. cit. p. 487488. Cumont, F.: Recherches 1am. XXXVIII, XLIII, XLI2, 3, bajorrelieves del Museo Británico p. 393 etc.; también las dadas por Blázquez, J. M.5, en Imagen y mito, estelas n.0s 42, 44, 47; cf. índice 5. v. serpiente.
34 Vázqúez Hoys, A. M»: op. cit.: Conclusiones generales.
35 Bayet, 6.: op. cit. p. 374, cita los textos de Ovidio, Met., XV, 389 ’ssPlinio; N. H., X, 188, y Aeliano, Nat.Anim., 1, 51.
36.Cumont, F.: Recherches, p. 396.
37. Bodson, L.: IEPA ZOIA. Contríbution a l’ étude de la place de l’ animal dans la religion grecque ancienne, Bruxelles, 1975, p. 59-92; Bayet, J.: Croyances  et rites dans la Rome Antique, París, 1971, p. 366-382.

Naja kaouthia. Photo by Jerry Lee Gingerich

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