jueves, 16 de mayo de 2013

VISITA GUIADA A OPLONTIS POR POPEA SABINA




En la parte señorial de la villa Popea Sabina y M. Crassvs. Fruggi





A raiz del terremoto del año 62 d.C, la suntuosa villa imperial de la familia de Popea, segunda mujer de Nerón y originaria de Pompeya, ha quedado muy afectada. Se han desalojado los muebles para iniciar las reformas para que vuelva a lucir con todo su esplendor. La emperatriz visita la villa en compañía de su vecino M. Crassus Frugi, liberto de la familia Calpurnia y próspero comerciante de la zona donde regenta las más famosas termas de agua dulce y salada. Fruggi, ayuda a la emperatriz a elegir los materiales para la reconstrucción de la magnífica villa y nos enseñan los rincones más bonitos. ¿Nos acompañais?
 
 


Oplontis (u Oplonti) era una ciudad cercana a Pompeya, Italia. Es mencionada por la tabla de Peutinger sobre el emplazamiento de lo que hoy es Torre Annunziata, en la provincia de Nápoles, en la región de Campania.
Se trata probablemente de un suburbio semiurbano de Pompeya cuyas viviendas eran nuevas residencias para el otium,[1] o de las casas confiscadas a los samnitas por el sistema de deductio[2] después de la guerra social que estalló en el año 90 a. C. y ocupadas por los colonos romanos. El 24 de agosto del año 79, el Vesubio entró en erupción y la enterró bajo una capa de ceniza.
Es actualmente el lugar donde está la «Villa de Popea» (Villa Poppaea), la villa de Popea Sabina, la esposa del emperador Nerón, que fue excavada a mediados del siglo XX y se encuentra abierta al público. En efecto, en tiempos de los Borbones se excavó mínimamente y sólo salió a la luz en el año 1964. Esta fastuosa villa romana data del siglo I a. C. Las excavaciones hicieron aparecer una superficie de 110 metros por 75 de una capa de tierra de cerca de 6 metros, de los cuales 2 eran de lapilli y arena volcánica, colocando a la villa por debajo de la circundante localidad de Torre Annunziata.
Una segunda villa, la de L. Crassius Tertius («Villa de Craso»), fue descubierta en 1974, a 250 metros al este de la Villa de Popea, durante la construcción de una escuela. Recibió su nombre después del descubrimiento de un sello de bronce que llevaba el nombre anteriormente mencionado. Las excavaciones revelaron la presencia de joyas trabajadas según una admirable técnica de orfebrería.
Los resultados de investigaciones más recientes permitieron vincular a Oplontis a los Calpurnios Pisones, familia prestigiosa cuyos miembros fueron aliados de Pompeyo[3] .
El lugar de Oplontis se incluye en «Zona arqueológica de Pompeya, Herculano y Torre Annunziata», inscrita por la Unesco en la lista del patrimonio mundial en 1997.

Sus dimensiones, 3650 metros cuadrados excavados hasta ahora sin contar la piscina y los jardines, 130 metros con 110, hacen de ella el conjunto arquitectónico más extenso de Campania después villa de los Papiros en Herculano (260 x 70 m).

Unánimemente se admite su atribución a Popea Sabina, dado que la fecha coincide para su segunda fase arquitectónica, con el período neroniano y su carácter suntuoso hace que difícilmente sea de un particular; la pertenencia de la emperatriz a la gens Poppea, rica familia pompeyana corrobora esta conjetura. Sin embargo, permanece la incertidumbre respecto a la fecha de la adquisición por Popea o su familia, así como por el uso de la villa entre el año 65, fecha de la muerte de Popea, y el 79.
El villa daba entonces a los montes Lattari, posteriormente tapados por las recientes construcciones de la ciudad, y sobre el mar Tirreno, cuya orilla está ahora más alejada, destacándose en el fondo la cumbre del Vesuvio[4] . Parece haber tenido una posición relativamente aislada entre extensos jardines, lo que podría indicar la preocupación de sus proprietarios por no mezclarse con el pueblo, lo que confirmaría su carácter aristocrático.
En un depósito se encontraron algunas estatuas, ciertamente destinadas a la ornamentación de los jardines y de la piscina; también estaban almacenadas partes de columnas y distintos

materiales a lo largo de las paredes de un salón; no se ha descubierto ninguno de los accesorios necesarios para la vida diaria. Todo esto permite suponer que la villa, en el momento de la erupción del Vesuvio, estaba en obras y por lo tanto inhabitada.


En la parte más antigua de la casa
En su primera fase de construcción, hacia 45 a. C., la villa pudo pertenecer al pretor Marcus Pupius Piso.[5] La pars urbana[6] está constituido por dos series de piezas distribuidas a ambos lados de un eje central rectangular formado por un atrium[7] abierto sobre un impluvium[8] , un jardín interior y un triclinium[9] , de amplias dimensiones.

Añadir leyenda
El cuerpo del edificio situado al oeste es residencial y está compuesto por diaetae[10] con sus cubicula[11] dispuestos en torno a otro triclinium menos importante, y de un conjunto termal constituido por praefurnium[12] , caldarium[13] y tepidarium[14] y organizados en torno a un oecus[15] y de un pórtico tetrástilo[16] .
Los locales interiores de la zona se dedican en parte a funciones serviles, estando el piso superior dedicados a las habitaciones de los esclavos. Las pintadas en griego encontradas sobre las paredes de la villa demuestran un grado de cultura que corresponde a nivel indispensable para garantizar funciones junto a los amos de la clase aristocrática. Esta ala en la cual se encuentra el larario[17] se organiza en torno a un peristilo[18] . Las habitaciones, dando al exterior, están dotadas de un caldarium y de una letrina.
Aún más al este y separado del edificio principal existía entonces una pars rustica[19] en el cual se conservaba un torcularium[20] que indica la pertenencia de la villa rustica a un praedium[21] plantado de vides u olivos.
En la segunda fase arquitectónica, en la época julio-claudia, se añade a esta primera implantación oriental un impresionante barrio residencial sobre una natatio[22] de 60 por 17 metros que no tiene nada que envidiar a la de la villa de los Papiros de Herculano (66 x 7). En torno a la piscina se organizan dos nuevos conjuntos de viviendas destinados al otium. El primero, situado al norte está construido entre dos pórticos y constituido por una inmensa sala central prolongada a cada lado por una simetría de salas apenas un poco más modestas. Entre el salón central y estas salas se intercalan los viridari[23] donde se ve el antiguo hortus entrar en la casa para convertirse en salón de verdor. Las aperturas realizadas en frente de cada una de estas partes ofrecen una pasmosa continuidad de perspectiva a lo largo de toda la longitud del conjunto.
Un segundo conjunto viene a cerrar el pórtico en el ángulo suroeste de la piscina. Alberga, en particular, una sofisticada pieza sobre la que Donatella Mazzoleni ha precisado:
Natatio
...las ventanas se abrían sobre la natatio y que estaban dotados de una decoración rarísima con entablado de madera sobre las paredes (desgraciadamente perdido), y de mármoles coloreados en opus sectile sobre el enlosado. La comparación con un diaeta similar en la villa de San Marcos, en Estabia, pone de manifiesto que se trataba de un elemento arquitectónico en boga para los pórticos que bordeaban las piscinas.[24]
El hiato, que se encuentra en la villa de los papiros de Herculano y la villa de San Marcos de Estabia, en la conexión entre el antiguo y nuevo conjunto arquitectónico da prueba del interés de los ricos romanos por las piscinas, lo que confirma Plinio[25] en una de sus cartas, y su utilización efectiva como natatoriae.
Estos espacios de la primera y de la segunda fase se articulan sabiamente con la inmensidad de los jardines exteriores adornados de estatuas y plantados con plátanos o cultivados como prado y prolongados por un bosquecillo gracias a los talentos combinados de un arquitecto y de un topiarius[26] .





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